En el ecosistema digital, siempre dominado por la urgencia, la necesidad de crecimientos acelerados y la obsesión por destacar, cada semana nacen nuevas empresas que prometen revolucionar un sector de la economía. La disrupción acecha en todas las esquinas, se suceden las rondas de inversión millonarias, vuelan los comunicados de prensa optimistas y florecen las métricas vanidosas. Hay quien diría que, si una empresa con base tecnológica no anuncia levantar millones, no existe.
Pero hay otras formas de hacer las cosas. Otras maneras de entender el desarrollo tecnológico, el valor empresarial y el crecimiento. Una que no necesita buscar titulares y que se construye en base a modelos sólidos, un vasto conocimiento del sector en el que opera y las ganas de buscar soluciones razonables a problemas complejos.
Tecnología útil, no solo visible
Nos movemos en una industria que tiene tendencia a generar narrativas que priorizan la visibilidad sobre la utilidad. Pero si dejamos de mirar el escaparate y observamos los procesos internos de ciertos sectores, descubrimos que la verdadera transformación digital no siempre va de la mano del ruido, sino del impacto que genera y del valor que puede crear a su alrededor. Algunas de las compañías más interesantes de los últimos años no se dedican a lanzar aplicaciones para el mercado masivo, sino a resolver problemas estructurales en mercados donde la fricción, la opacidad o la ineficiencia eran la norma.
Partiendo de una base sólida de conocimiento del sector en el que operan, aplicando la tecnología, con ganas de arreglar cosas que estaban rotas y de ordenar espacios del mercado que estaban allí, esperando que alguien con sentido común apareciese. Y, sobre todo, trabajando mucho, que es como en realidad se consiguen las cosas.
Fencia: en camino a ordenar el caos
Un buen ejemplo de esta forma de hacer es Fencia, plataforma que, lejos de perderse buscando el foco mediático, ha decidido enfocar sus fuerzas en la transformación de un mercado tan altamente técnico y complejo como es la compraventa de créditos impagados con vinculación a activos inmobiliarios. Atención, que no es poca cosa, estamos hablando de un mercado enorme.
¿Qué hace exactamente Fencia? A grandes rasgos, permite acceder a productos de inversión que históricamente se han caracterizado por no estar presentes en mercados abiertos, resultan difíciles de valorar para no profesionales y están sometidos a múltiples capas de incertidumbre jurídica, operativa y financiera.
Se trata de un mercado de grandes dimensiones y en el que, se mire por donde se mire, rige la ineficiencia. Por eso es por lo que, a nivel de negocio, la propuesta de valor a todas las partes que intervienen es tan evidente.
¿Eso es tecnología?
Sí, es sobre todo tecnología. Fencia actúa como un marketplace y genera un entorno digital de subastas públicas con trazabilidad, criterios objetivos de evaluación, verificación de usuarios e integración de información relevante sobre los activos y su contexto legal. En resumen, es una propuesta digital de espacio transaccional que pone en contacto vendedores con compradores y lo hace mediante un proceso que busca la eficiencia y que es ejemplo de transparencia. En resumen: rompiendo con las lógicas imperantes y los usos y costumbres del sector.
Más allá de lo que resulta obvio (que detrás de un marketplace hay mucha inversión en tecnología y que para que genere una base de usuarios hay que “mover el producto” intensamente en los canales digitales, trabajar con una plataforma de marketing potente etc.), una de las principales aportaciones de la empresa es su motor analítico.
FenLAB es una herramienta de modelización financiera y jurídica que permite estimar retornos esperados para las inversiones, comparar escenarios de recuperación (judicial o por venta directa), calcular el valor actual neto de una operación y establecer curvas de riesgo.
Es importante subrayar que para el mercado en el que operan, poner a disposición una herramienta de estas características es una aportación muy importante y va a dar de qué hablar.
FenLAB no solo funciona como interfaz de cálculo, es también un cuadro de mando unificado desde el que el inversor puede analizar porfolios completos, estudiar estrategias de desinversión, mantener actualizado el estado de sus operaciones y tomar decisiones más informadas. De este modo, lo que antes eran cursos de acción más inspirados por la intuición y los sesgos personales del gestor, se convierten acciones fundamentadas en datos, simulaciones y ciclos de retroalimentación constantes.
Otra forma de crecer
El caso de Fencia resulta especialmente interesante porque rompe con algunos de los tópicos asociados a las empresas con base tecnológica. No trata de escalar a cualquier precio y no promete retornos estratosféricos. Es una plataforma diseñada para operar, crecer por tracción propia y ofrecer a sus usuarios valor desde el minuto cero.
Tampoco necesita una comunidad masiva de usuarios dada la singularidad de su producto. Gracias a todo lo que ofrece la plataforma, facilita el ingreso al mundo de la inversión en, digamos “situaciones especiales”, a muchos potenciales usuarios que no tenían manera de acceder a ese mercado, pero sigue siendo un ámbito transaccional que no es para todo el mundo y que requiere de formación y de una capacidad inversora substancial.
Sabemos que NPLs, cesiones de remate o subastas no son productos para cualquier tipo de inversor. Pero no es menos cierto que el volumen de inversores que acceden a los mismos es substancialmente inferior al que potencialmente podrían hacerlo. Por lo tanto, la oportunidad de capitalizar esa transición hacia un mercado mucho más abierto y eficiente está muy clara.
El valor de construir
Crecer bien y construir plataformas sobre cimientos sólidos, entregando lo que prometes. Entender qué problemas resuelves, para quién y con qué ventajas competitivas. La visibilidad sin modelo no genera sostenibilidad. Fencia es sólo un ejemplo de lo que significa innovar sin necesidad de vestir el proyecto de espectáculo, priorizando la confiabilidad del modelo, la mejora de procesos y el uso avanzado de datos. Entendiendo la tecnología como un vehículo y no como un fin en sí misma. Poco a poco, este tipo de empresas están llamadas a transformar sectores enteros desde dentro y en un futuro cercano acabaremos hablando mucho más de ellas.
Emprendedor y profesional con experiencia en sectores como las agencias digitales, la comunicación corporativa, la industria musical y las administraciones públicas. Especialista en organizaciones y desarrollo de negocio. Enfocado en la comprensión y el uso de las tecnologías digitales.



