Microsoft nos explica como optimizar el contenido para mejorar su visibilidad en las búsquedas con IA 

Por unos breves instantes algunos, quizá pecando de ilusos, llegamos a creer que la irrupción de la IA en el negocio de las búsquedas fomentaría la mejora en términos de calidad literaria de los contenidos que leemos a diario en internet. Aún es pronto para perder del todo la esperanza, pero empiezan a aparecer síntomas que indicarían que la tendencia será incluso la contraria.  

El auge de los LLMs está provocando pánico en la industria editorial y ese pánico se extiende en muchas direcciones. Una de las actividades que se está viendo afecta es la de la creación de contenidos web y, por lo tanto, el conjunto de aquellos profesionales que de una u otra manera se dedican al SEO. 

Recientemente, Microsoft ha compartido recomendaciones para aquellos que quieran optimizar sus contenidos para ser elegibles entre las respuestas generadas con IA. En concreto, ha compartido guías al respecto de cómo estructurar el contenido para aumentar las posibilidades de que sea seleccionado como fuente para las respuestas generadas con IA en plataformas impulsadas por Bing. Entendemos, además, que este tipo de recomendaciones también son de aplicación por lo que se refiere a otras plataformas y modelos. 

Aspectos clave a tener en consideración 

Lo cierto es que buena parte de las indicaciones publicadas viene a reforzar prácticas ya muy consolidadas en la industria del SEO. Por ejemplo, la utilización de una maquetación estructurada, así como el uso correcto de schema como lenguaje de etiquetaje que se añade al código HTML de una página web para ayudar a los motores de búsqueda a entender mejor los contenidos.  

Microsoft pone un especial énfasis en como se seleccionan los contenidos para alimentar las respuestas, señalando que algunos de los principales factores son la estructura, la claridad y la “citabilidad”. En las búsquedas tradicionales, la visibilidad significaba aparecer en una lista de enlaces. En la búsqueda con IA los ránquines siguen existiendo, pero se trata mucho menos de ordenar páginas enteras y bastante más de qué piezas o fragmentos del contenido pueden ganarse un lugar en las respuestas finales.  

En su trabajo, los LLMs descomponen las páginas web en fragmentos que les son cómodos de manejar, valoran su autoridad y relevancia para después construir respuestas que combinan información de múltiples fuentes. Fundamentos como la rastreabilidad, los metadatos, los enlaces internos o los enlaces externos, siguen siendo importantes, pero solo como punto de partida del proceso general. La selección final dependerá cada vez más de como está estructurada y de como de clara es cada sección de una página. 

Buenas y malas prácticas según Microsoft 

La idea fundamental que se nos quiere transmitir es que las “buenas estructuras” son las que más favorecen la “citabilidad” de los contenidos. Aquí van algunas de las recomendaciones al respecto de qué vale la pena hacer y qué deberíamos evitar. 

• Es importante la alineación del título, la meta-descripción y el H1 para así poder comunicar de manera inequívoca la finalidad de la página con la que estés trabajando. Además, Microsoft recomienda añadir schema en JSON-LD ajustado al tipo de página. 

• Evitar escribir bloques de texto demasiado largos y que mezclen muchas ideas. Contra menor sea el esfuerzo que realizar por la IA para entender y procesar tus contenidos, mucho mejor para que estos sean citables. En esa misma línea, es necesario evitar las afirmaciones vagas o las inconcreciones. Contra más claro, mejor. 

• Utilizar H2 y H3 descriptivos que cubran una sola idea por sección. La IA valora en este punto la simplicidad y que las descripciones sean muy claras. Además, es positivo utilizar listas cortas y tablas comparativas, pero sin abusar. La esquematización va al alza. 

• Se recomienda también escribir bloques siguiendo un estilo “Q&A” que puedan ser citados de forma autónoma. En ese sentido, añadir secciones originales de FAQS a los contenidos también será de ayuda. En resumen: más esquematización y simplicidad para favorecer que la IA pueda hacer su trabajo sin demasiadas complicaciones. 

• Siguiendo con las cosas que no se deberían hacer o que en todo caso no ayudan a que la IA considere unos contenidos como citables, vale la pena no esconder contenido importante en elementos que podrían no renderizarse. De la misma manera, deberíamos evitar añadir informaciones importantes solo en imágenes sin “alt text” o alternativa HTML. Igualmente, vale la pena evitar el abuso de símbolos decorativos o de puntuación. Mantener una puntuación simple será de ayuda. 

La idea principal con la que debemos quedarnos es que la estructura de los contenidos favorece de manera muy clara que estos puedan ser seleccionados y citados. Para Microsoft, cuando todo está organizado de la manera que nos explica, Copilot y las demás herramientas impulsadas por Bing pueden extraer una idea coherente de tu página y eso nos lleva también hacia los principios tradicionales del SEO. 

Los buscadores siguen 

No existen pruebas de que los motores de búsqueda entendidos como canal estén dejando de existir. Siguen siendo el principal motor de tránsito hacia las páginas web y así seguirá siendo por mucho tiempo. A lo que sí debemos empezarnos a hacer a la idea es que el “pico de las búsquedas” ha pasado y el número total de clics que los buscadores enviaran a las páginas no crecerá apreciablemente.  

Es imprescindible entender que la batalla de la “citabilidad” es importante. Para páginas con un embudo de ventas impulsado por el tránsito proveniente de motores de búsqueda, la optimización para LLMs es relevante y una aportación de valor añadido. La visibilidad las respuestas de esos modelos puede generar tránsito y conversiones. El volumen de visitas está empezando a arrastrar cierta tendencia a la baja, pero todo parece indicar que la calidad de estas va en aumento. 

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