La historia de Snowflake (NASDAQ:SNOW) arranca en el año 2012, cuando dos antiguos ingenieros de Oracle, Benoit Dageville y Thierry Cruanes, se unieron a Marcin Zukowski, experto en procesamiento columnar y cofundador de Vectorwise. No fue hasta dos años más tarde, en 2014 cuando la empresa lanzó al mercado su producto comercial, planteando una propuesta de valor consistente en una plataforma cloud-native capaz de ofrecer elasticidad, escalabilidad y una completa separación entre almacenamiento y computación.
Snowflake es una solución SaaS que no compite con los gigantes del cloud. No tiene centros de datos propios y se apoya principalmente en AWS, Microsoft Azure y Google Cloud para operar. Es encima de esa capa que construye su propuesta de valor y es por eso mismo por lo que algunos analistas dicen de ella que se trata de una empresa post-cloud: una compañía que vive en la nube, pero no de la nube. Tal posicionamiento le permite centrarse en lo que realmente le interesa: la gobernanza de datos, la analítica avanzada, la seguridad, la colaboración y la eficiencia operativa. Y lo hace sin los costes ni la complejidad de mantener su propia infraestructura. Decide competir en servicios, pero no hacerlo en infraestructura y eso incluso podría llegar a considerarse una ventaja.
¿Para qué sirve Snowflake y quien utiliza sus herramientas?
Hoy en día, las empresas tienen la posibilidad de trabajar con cantidades ingentes de datos que además provienen de múltiples fuentes y silos. Aquellas que saben que deben aprovechar al máximo esa cantidad masiva de información, se enfrentan al reto de procesarla y transformarla en unidades útiles de análisis. La respuesta a esa necesidad la encontramos en plataformas avanzadas de datos como Snowflake.
Uno de los avances más rupturistas que ha traído esta empresa al mercado es la redefinición y industrialización del concepto de data sharing. En términos generales, se trata de un concepto que tiene décadas de existencia y a nivel académico, se habla de este desde como mínimo los años 90. A diferencia del enfoque tradicional, en el que compartir datos entre empresas implicaba replicarlos, exportarlos o construir APIs complejas, Snowflake permite que distintas organizaciones accedan de forma directa a conjuntos de datos alojados en la misma nube.
Vamos a intentar concretar un poco más para intentar entender mejor que tipo de valor aporta la empresa al mercado. Como lo es a su manera Datadog, no se trata de una empresa de tecnología especialmente visible para la mayoría del público, pero se ha sabido ganar su lugar a partir de funcionalidades y éxitos como los que siguen:
- Análisis de datos a gran escala: Permite centralizar datos estructurados y semi-estructurados en una plataforma única, gestionando con facilidad grandes volúmenes y múltiples consultas simultáneas sin degradación del rendimiento. Por ejemplo, ABB utiliza Snowflake para analizar datos de materias primas y producción, evitando compras innecesarias y generándose un gran ahorro de costes. Unificando datos provenientes de, casi nada, hasta 40 ERPs. Hay que tener muy claro que una de las principales funciones del producto es la eliminación de los silos de información o la mitigación total de los efectos de su existencia.
- Compartimentación de funciones: Snowflake separa el almacenaje de la computación y gracias a eso, los usuarios pueden escalar sus actividades (o desescalarlas) en función de la demanda a la que deban hacer frente. Por ejemplo, recurriendo a un nivel alto de potencia de cálculo durante horarios punta y reduciendo la misma fuera de horarios o en fechas de baja actividad.
- Compartición de datos de forma segura y en tiempo real: Su idea de data sharing es diferente a otros modelos como podría ser Sharepoint de Microsoft. Snowflake está diseñado para compartir datos estructurados entre sistemas o empresas sin moverlos, pudiendo, por ejemplo, dar acceso a un proveedor a una tabla de inventario o de sensores sin exportarla ni replicarla. Se parece más a una infraestructura de interconexión de datos operativos y analíticos que a una intranet. En cambio, Sharepoint es una plataforma de colaboración documental orientada a la productividad interna, útil para la gestión documental pero no pensada para compartir datos operativos en tiempo real o para facilitar el análisis estructurado de los mismos. Sharepoint es como una biblioteca digital corporativa donde compartes documentos pero Snowflake es como una autopista de datos en tiempo real donde se da acceso controlado a datos vivos que otras máquinas pueden leer sin la necesidad descargarlos.
- Seguridad y conectividad: Ofreciendo características de seguridad muy robustas que incluyen cifrado de datos en reposo y en tránsito, controles de acceso y un proceso detallado de auditoría, es totalmente compatible con todo tipo de herramientas y lenguajes de programación, siendo ideal para integrar aplicaciones preexistentes en el stack tecnológico de sus clientes.
Lo cierto es que el volumen de casos de estudio que ofrece la compañía es abrumador y abarca sectores tan diversos como la industria automotriz, las empresas de generación de energía, farmacéuticas, medios de comunicación, universidades y servicios financieros de todo tipo. No vemos a Snowflake pero está prácticamente en todos lados.
La gran batalla por el stack de datos
En realidad, con quien compite Snowflake es con Amazon Redshift, Google BigQuery, Microsoft Fabric o Databricks. Una batalla que no solo se libra en el terreno del almacenamiento. El futuro de la data stack pasa también por integrar gestión, transformación, modelado, machine learning y activación en una misma cadena de valor. La empresa ha entendido todo esto a la perfección y se está centrando en construir un ecosistema amplio. En ese sentido, Snowflake ha apostado por no ser un almacén, sino una plataforma integral donde se gestionen, activen y compartan datos.
La ventaja de este modelo es evidente para aquellas empresas con cargas de trabajo variables o que deben dar salida a picos de demanda y, como es normal, gusta a aquellos que quieren evitar inversiones fijas en hardware o licencias. Implica, eso sí, un reto adicional para los responsables financieros y de IT: aprender a estimar y optimizar el consumo.
Aquello que Snowflake nos explica sobre el presente y el futuro de los negocios digitales
Snowflake es una empresa fascinante y solo hay que dar un repaso a sus casos de estudio publicados para entender hasta qué punto sus soluciones son interesantes. No es solo fascinante por su tecnología, sino por lo que representa. Nos muestra cómo se puede construir una compañía global sin apenas infraestructuras propias. Además, adelanta elementos de una visión del futuro del software empresarial como una red de conexiones donde los datos pueden fluir con seguridad y propósito. Compartir datos no es que pueda ser un negocio, es que ya lo es desde hace muchas décadas, pero Snowflake es un síntoma del tiempo que vivimos.
Para cualquier profesional del mundo industrial o del entorno B2B que trabaje con datos y que sufra las consecuencias de los silos, Snowflake no es solo una herramienta más: es una invitación a estudiar un cambio de paradigma.
Emprendedor y profesional con experiencia en sectores como las agencias digitales, la comunicación corporativa, la industria musical y las administraciones públicas. Especialista en organizaciones y desarrollo de negocio. Enfocado en la comprensión y el uso de las tecnologías digitales.